Lonja de Pescado
Santander
La nueva Lonja de Pescado del Puerto de Santander se concibe como un edificio singular por su ubicación privilegiada en el acceso principal a la capital cántabra, desde donde es contemplada por todo aquel que entre o salga de la ciudad por el Sur.
Se ha diseñado estructuralmente como un edificio exento, sin pilares interiores, donde la formalización de la cubierta mediante láminas de doble curvatura constituye la esencia y personalidad de la construcción.
Es así un edificio en el que la estructura, la cubierta y su piel son una misma cosa, resultando un conjunto que pese a la compleja geometría de las láminas, se abarca y entiende con gran facilidad, tanto desde el exterior como del interior. Un edificio sencillo en su planta y usos, que se resuelve de forma igualmente natural en su estructura y cerramientos.
Con una superficie cubierta rectangular de 115 x 30 metros cuadrados y 7.5 metros de voladizos, la nueva Lonja ha llegado a ser un valor para el paisaje urbano de Santander.
La cubierta, está compuesta por 23 series de láminas de hormigón pretensado de doble curvatura, actuando como arcos atirantados por el forjado superior. Las formas parabólicas de las láminas dan lugar a unos interesantes volúmenes internos, utilizados como oficinas, en los que su forjado no reposa sobre soportes internos sino que está suspendido desde la cubierta mediante barras pretensadas, con el objeto de liberar la parte inferior, donde el pescado es expuesto, de cualquier obstáculo visual.
La construcción de la lonja se plantea de forma modular de modo que la reutilización de elementos de encofrado y cimbra así como la repetición de los elementos de armadura permitan mejorar rendimientos y con ello plazos y costes.
El edificio ha sido proyectado con la idea de crear no solo una construcción práctica y útil, sino también como una estructura pura e interesante, ofreciendo una nueva perspectiva e imagen del Puerto de Santander.
