Puente de La Regenta
Asturias
Esta tranquila, aunque impresionante estructura, permite que la carretera N-634 que recorre el litoral Cantábrico, a su paso por el oeste del Principado, atraviese el profundo valle ahondado por el río Cabo.
Con una luz de 190 m, el arco de hormigón, de sección celular, sostiene al tablero jugando el papel de un terreno firme. El viaducto, hoy llamado del Pintor Fierros, sobrevuela en su totalidad una longitud de 380 m.
Como obra terminada, el arco trasmite un sentimiento profundo de reposo y serenidad, que sin duda se deriva de la masa y forma del mismo, y de la naturalidad del mecanismo resistente que la bóveda compone.
A ello hay que añadir, en lo que a su durabilidad respecta, la ventaja que supone un estado permanente de compresión en el arco; algo que en las grandes obras públicas reviste la mayor importancia.
El procedimiento constructivo fue el de avance en voladizo, construyéndose el arco de hormigón, el tablero de acero y las pilas verticales conjuntamente con diagonales provisionales que eran perfiles de acero, para las cuales se diseñaron nuevos gatos hidráulicos capaces de ajustar su esfuerzo en cada fase de la construcción.
La última fase del procedimiento constructivo consistió en introducir la reacción horizontal entre ambos semi-arcos mediante dispositivos hidráulicos y las sucesivas operaciones de aflojado y desmontaje de los tirantes provisionales.
Las imágenes permiten apreciar la fuerte esbeltez de las pilas, favorable en cuanto a que las deformaciones impuestas por el tablero, generan en ellas menores esfuerzos internos.
Los tirantes provisionales, marcando diagonales, fueron realizados con perfiles de acero, más rígido en sentido axial que los tendones temporales de pretensado de los tirantes normalmente utilizados.
El equilibrio de la zona central del arco, nos obligó a recordar la reacción horizontal que provee su cimentación, dando lugar a su funcionamiento estructural como arco del todo compensado; hasta el punto de que la forma óptima del arco, antifunicular, debe coincidir para que esta sea compensada, con la ley de momentos flectores del estado permanente.
