Puente de las Oblatas
Pamplona
Con una luz de 50 m sobre el río Arga, el Puente de las Oblatas permite la integración de los barrios periféricos de San Juan y Mendebaldea en el área urbana de Pamplona, conectando los ya citados con la Rochapea.
Se ha proyectado un puente de hormigón del tipo arco atirantado por el tablero, «bowstring», compuesto por un arco laminar situado en el eje de la estructura de 60 cm de canto, y un ancho que crece desde la sección de clave hasta los arranques y del cual se suspende mediante péndolas una viga de rigidez como médula del tablero.
Gracias a la recuperación de las márgenes del río Arga llevada a cabo por el Ayuntamiento pamplonés, la estructura puede ser observada desde muy distintos puntos de vista al recorrer el nuevo Parque Fluvial de Pamplona.
Verdadero arco laminar, el tablero de rigidez, se cuelga a través de dos familias de péndolas ancladas en la cara superior del arco.
La sección transversal del puente da cabida a dos carriles por sentido de circulación así como sendas aceras peatonales a cada lado.
La armonía que supone la combinación del arco y las péndolas en planos inclinados, sumada a los delicados detalles de las rótulas y de los anclajes de los cables de suspensión, lleva a una percepción del puente por los usuarios que es la que corresponde a una pieza que tiene algo de escultura urbana, pero que, al tiempo, resulta del todo útil.
El puente fue construido sobre cimbra, utilizando gatos hidráulicos situados en la sección de clave del arco, con objeto de levantar el tablero de los apoyos provisionales y dejarlo colgado de aquél.
