Puente Juan José Arenas sobre la vaguada de Las Llamas
Santander
Con el objeto de mejorar las conexiones entre las Avenidas de la Constitución y Los Castros, el Ayuntamiento de Santander encargó a Arenas&Asociados los trabajos encaminados a lograr tal objetivo. Dado que hay que salvar la Vaguada de Las Llamas, en la que se ubica el Parque Atlántico, Arenas&Asociados propuso el diseño de un puente arco central de hormigón de tablero intermedio, que saltara toda la vaguada. El arco, laminar y de canto variable, auténtica bóveda, se ha convertido en puerta del Parque Atlántico y en marco incomparable de los Picos de Europa, visibles desde el mismo.
Cabe mencionar que el Ayuntamiento de Santander, como homenaje a la carrera profesional y docente desarrollada por el Profesor Arenas desde la capital cántabra, decidió llamar al puente «Juan José Arenas». El puente cruza la Vaguada de las Llamas, ocupada en gran parte por el Parque Atlántico del Ayuntamiento de Santander, el cual constituye un área periurbana de la ciudad de gran interés arquitectónico, ecológico y paisajístico. El encargo consistía en proponer una serie de actuaciones encaminadas a una mejora funcional de la zona, a través de la redistribución del tráfico por medio de una conexión transversal entre dos avenidas principales de la ciudad separadas por una fractura física del territorio, la Vaguada de Las Llamas. En dicha conexión se integra el Puente «Juan José Arenas», que cruza sobre la vaguada con una luz entre apoyos en estribos de 102 m.
Puente de tipología arco intermedio, el arco se desarrolla por encima del tablero en sus 60 m centrales, continuándose bajo el tablero en forma de pies inclinados rectos hasta sus apoyos en rotulas plásticas inclinadas orientadas según los ejes de dichos pies inclinados, siendo la separación longitudinal entre dichas rótulas de 81.6 m.
El puente se ha proyectado enteramente en hormigón, organizándose el tablero en un cajón central con sendos voladizos laterales. El cajón central tiene un ancho de 5.8 m y un canto de 2.25 m; mientras que los voladizos, concebidos a partir de jabalcones prefabricados de hormigón, salvan un vuelo de 9 m, estando dotados de óculos en los que se alojan proyectores para iluminar la sombra del puente. Sobre los jabalcones y por medio de prelosas prefabricadas se materializa la losa de tablero, de 25 cm de espesor, situándose en sus lados exteriores las aceras, que discurren sobre pavimento de madera de elondo.
La mediana, sobre la que el arco, pieza única centrada en el plano medio del tablero, se abre formando una bóveda con una apertura en cada extremo que se prolonga a través de los pies inclinados hasta la cimentación, da servicio al carril bici que discurre por gran parte de la ciudad. El canto del arco es variable creciente, desde la clave hasta los arranques, siendo dicho canto en clave de 72 cm y de 120 cm en arranques, con una flecha de 7.8 m sobre la rasante del tablero, al que suspende mediante 18 parejas de péndolas de acero inoxidable dispuestas longitudinalmente cada 2.4 m.
Finalmente, cabe decir que el puente pretende ser, además de un nexo de unión entre dos viales, un balcón sobre el Parque Atlántico de la Vaguada de Las Llamas.